
Con menos de 8 a12 años, y con mas de 14 horas de trabajo por dia
es el trabajo, la explotación que reciben a diario los niños que
trabajan en la cosecha del ajos, en la provincia de Mendosa, los dueños de las fincas los levantan en caminos, desde la cinco de la mañana todo el dia, pelando y desechando cabezas de ajo, de pie, al sol, sin baños, ni agua, ni comida, Lo mismo sucede todos los días. A pleno rayo del sol, sólo tienen algo de beber si son ellos los que se lo llevan desde sus casas o lo compran en el almacén ubicado a más de un kilómetro del lugar exacto donde trabajan. Luego les descontarán lo gastado de sus jornales, como en la época de La Forestal. Los matorrales, a una distancia similar a la del comercio, son los únicos baños que su patrón les ofrece.“Podemos parar, salir a almorzar. Pero es tiempo perdido que después se siente en la paga.” llenado canasto de platico, de diez kilos, todo, por la atenta mirada de un supervisores, que si ven que el trabajo no es debidamente, realizado, arrojan el canasto al suelo, para que otra ves la cabezas de ajo sean debidamente peladas. “Si no te cortas con la tijera, te lástimas con la chala, que de tan reseca se clava como espinas en la piel”, indica Eduardo antes de pararse, colocarse el pañuelo en la cabeza y empezar a caminar hacia el campo, para comenzar la segunda parte de la jornada, que no culminará hasta las 21.En esta ciudad no hay un capital, ni fachada que no oculte un robo, y no hay una fortuna sin un crimen.
Y luego dicen que se abolió la exclavitud...
ResponderEliminarDuele.
Ani cuando hay necesidades, es porque faltan derechos.
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